Producción textil sostenible en los países en desarrollo

Caminos hacia una ropa justa y respetuosa con el medio ambiente y el fomento de la prosperidad y el desarrollo

75 millones de personas trabajan en la industria textil y de la confección en todo el mundo, principalmente mujeres de países en desarrollo y emergentes de Asia y África. Esto se debe a varias razones: En muchos países en desarrollo, los salarios y los costes laborales son más bajos que en los países industrializados. Esto permite a las empresas ahorrar mucho dinero trasladando su producción a países con costes laborales más bajos. Algunos países también tienen recursos o conocimientos específicos necesarios para producir ciertos tipos de prendas o materiales. Por ejemplo, un país puede tener una larga tradición de extracción de materias primas, como la producción de algodón, y por tanto ser un lugar preferente para la producción de prendas de algodón. La externalización de la producción también permite a las empresas ajustar con flexibilidad sus capacidades de producción y responder rápidamente al aumento de la demanda cuando sea necesario.

Motor del desarrollo sostenible

En los países en desarrollo y emergentes, el sector ha adquirido gran importancia dentro de las economías nacionales en los últimos años. A menudo representa una gran parte de la producción industrial, contribuye a la creación de empleo y puede ser así un motor de desarrollo económico.

Un factor importante para el desarrollo de la industria textil en los países en desarrollo es la proximidad a importantes mercados de venta como Europa y Norteamérica. Ello permite disponer de mercancías de forma rápida y rentable a través de las cadenas de suministro existentes. Además, muchos países en desarrollo disponen de gran cantidad de mano de obra barata, lo que reduce los costes de producción.

La producción textil a la luz de la globalización

Si nos fijamos en la historia de la industria textil mundial, es importante saber que muchos lugares de producción han cambiado o se han deslocalizado a lo largo de los años debido a diversos factores. Por ejemplo, Alemania, antaño uno de los principales actores de la producción textil, ha experimentado un importante declive. Este cambio se debe en gran medida a la globalización de la economía, con el traslado de la producción a lugares donde los costes laborales y de producción son más bajos. Además, los avances tecnológicos y la automatización han provocado cambios en la mano de obra, lo que ha contribuido a que cada vez menos personas trabajen en la producción textil tradicional en países como Alemania.

Las regiones más importantes para la producción textil en el extranjero se encuentran actualmente en Asia y África, con países como China, India, Bangladesh y Vietnam a la cabeza en Asia y Etiopía, Egipto y Marruecos en África. Estos países ofrecen un gran potencial de mano de obra y unos costes de producción comparativamente bajos, lo que los hace atractivos para las marcas mundiales.

Equidad y transparencia: aún queda mucho por hacer

Entonces, ¿está la industria textil predestinada a promover el desarrollo sostenible en estos países, como se han propuesto los Estados miembros de las Naciones Unidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)? En el panorama mediático del Noroeste se publican una y otra vez noticias sobre fábricas textiles en llamas en Bangladesh, trabajo infantil en la India o productos de marca pirateados procedentes de Vietnam. Y, en efecto, las condiciones laborales son a menudo malas y apenas existen salvaguardias sociales para los trabajadores. Tampoco suelen respetarse las normas medioambientales. Además, hay problemas con la observancia de los derechos de autor y de propiedad intelectual.

En cuanto a la transparencia, se han hecho progresos, pero la producción textil y las cadenas de suministro siguen teniendo problemas importantes. Las cadenas de suministro opacas pueden dar lugar a violaciones de los derechos laborales y a la degradación del medio ambiente, lo que dificulta que consumidores y empresas tomen decisiones con conocimiento de causa. Sin embargo, la demanda de los consumidores y la presión de las ONG están impulsando cadenas de suministro más transparentes y trazables, lo que ha dado lugar a iniciativas como el Índice de Transparencia de la Moda de Fashion Revolution.

La producción textil en Europa. ¿Quo vadis?

Además de Portugal, uno de los principales actores de la producción textil europea, existen otras alternativas. Países de Europa del Este como Rumanía y Bulgaria se perfilan como alternativas atractivas por su proximidad a los grandes mercados, su artesanía tradicional y la mejora de sus capacidades de producción. Países del norte de África como Marruecos y Egipto también resultan atractivos por su proximidad geográfica a Europa, costes competitivos y creciente experiencia en la producción textil.

Oportunidades de desarrollo sostenible

La cooperación internacional al desarrollo se ocupa desde hace tiempo de cómo mejorar las condiciones marco y hacer de la industria textil un motor de desarrollo sostenible. El Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) también promueve la introducción y el reconocimiento de normas medioambientales y sociales en los países de la cooperación alemana al desarrollo. En el ámbito de la producción textil, existen los correspondientes programas en Bangladesh, Pakistán y Camboya, por ejemplo. Entre otras cosas, se asesora a los gobiernos de estos países sobre el diseño de la legislación laboral y medioambiental.

La economía también demanda

Pero las empresas y el sector privado también pueden contribuir de forma importante a que la producción textil en los países en desarrollo y emergentes sea más justa y sostenible. Por un lado, esto puede lograrse a través de iniciativas industriales que las propias marcas han emprendido: Por ejemplo, la Fair Wear Foundation, comprometida con la mejora de las condiciones sociales, el cumplimiento de las normas laborales fundamentales de la OIT y los salarios dignos, o sellos como el IVN Best de la Asociación Internacional de la Industria Textil Natural, que también garantiza el cumplimiento de las normas laborales fundamentales de la OIT y la producción ecológica.

Para encontrar un productor o proveedor en la industria textil, las empresas pueden utilizar diversos recursos. Los mercados B2B, los directorios comerciales y las ferias son medios tradicionales para encontrar socios potenciales. En la era digital, plataformas en línea como leverist.de ponen en contacto a empresas con productores sostenibles de países en desarrollo.

Producción textil sostenible y leverist.de

De este modo, las empresas también pueden entablar relaciones comerciales concretas en negocios bilaterales directos con fabricantes de países en desarrollo que sigan una senda sostenible. Esto puede tener lugar acompañado de la cooperación alemana al desarrollo, que ofrece diversas vías para que las empresas puedan participar en proyectos en países en desarrollo o incluso establecer relaciones comerciales directas que beneficien a ambas partes.

La plataforma de matchmaking leverist.de es un proyecto de la cooperación alemana al desarrollo que se centra en atraer a empresas del sector privado para que participen en proyectos de cooperación al desarrollo. Aquí también puede encontrar numerosas oportunidades de negocio del sector textil: desde moda sostenible de Uganda hasta asociaciones algodoneras en Burkina Faso.

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